DESDE LA CALLE. Retrato actual de la sociedad mexicana desde las calles de la ciudad de México. (Novela corta)

Fuente: LJAU Comunicaciones 05/12/2012 1 comentarios

DESDE LA CALLE. Retrato actual de la sociedad mexicana desde las calles de la ciudad de México. (Novela corta)

¡Ese Asiento Es Mío! (1a Parte) A sus 25 años, ya era conocido por una gran parte de la gente de calle. Le decían el Chemo. Se había ganado ese mote por que siempre tenia los ojos rojos luego de inhalar solvente, principalmente “Resistol 5 mil” en bolsa, “el flan” le decían a esa droga por la forma y color que se distingue del pegamento dentro de la bolsa.El Chemo, había perdido la cuenta de los días que llevaba en calle. No sabía que fecha era y mucho menos qué temporada estaba apunto de iniciar.

Temporada que en la Republica Mexicana se le conoce como el maratón, puente o festejos de Guadalupe - Reyes, en ciertos países latinos también lo observan. Él, solo sabía de cuando tenía hambre y de cuando tenía frío. Eso lo despertaba, lo ponía alerta y lo sacudía, pero solo cada que su cuerpo resentía el desgaste. Su mal olor por la falta de baño ya no lo molestaba.Se había acostumbrado a ello, sabía que mugroso y maloliente podía espantar, causar más lástima y obtener más dinero. Así la gente sí le daba, de otra forma podía la gente gritarle desde su auto: ¡Ponte a trabajar! Pues verlo joven, fuerte y limpio, difícilmente querían ayudarle cuando se acercaba a simular limpiar un parabrisas. Casi no obtenía dinero luego de haberse bañado. Pero con días de no bañarse, ropa sucísima y cabello largo, echo bolas por la mugre acumulada, aparentaba un adulto, enfermo y sin fuerza.Su esquina era conocida y su asiento más, si alguien se sentaba en su asiento, era capaz de llegar a pelear y quitar a quien osara invadir su territorio. Pues los chavos en calle, aunque se dude, se vuelven primitivos, luchan y luchan con sus propias fuerzas y ante las adversidades más increíbles, pues no hallan otra manera de hacer valer sus ideas salvo a base de violencia rústica y extremadamente incomprensiva para cualquier ser humano social y consciente. Efectivamente, la vida de un chavo de calle se vuelve más allá que rutinaria, vacía y deplorable.Es más bien, una vida sin valores, sin principios y rozando con una especie de primitivismo incomprensible y aberrante, para quienes no lo conocen. Pero primitivismo lógico y a la defensiva para quienes están inmersos en una situación así. Ese asiento defendido por el Chemo, no era otra cosa que una piedra a la orilla del camellón, de tal modo, el Chemo, se había ganado cierto respeto y cierto nivel de aceptación entre la banda de calle. Sabía cómo manipularlos y controlarlos. Además, había logrado vincularse con gente trabajadora de la zona. Ya lo veían y lo saludaban con amabilidad, respeto y con el ánimo de hacer algo por él para retirarlo de las calles. Él simplemente, asentía con la cabeza cada que lo invitaban o increpaban a dejar la calle, sonreía diciendo si lo sé, lo sé. Solo se retiraba cuando oía algo así. Algún día, tal vez, pensaba desde sus adentros. Pues así, ante la calma de ese día tan común y corriente, más común que corriente, el Chemo, no sabía lo que estaba a punto de enfrentar. Extrema situación que cambiaría para siempre su vida y permanencia en la calle.


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1 comentarios hasta ahora

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  1. Enrique
    EnriqueAutor 07/12/2012

    Hola, disculpen pongan un lugar en donde podamos encontrar la novela completa para comprarla. Dios los bendiga

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