Elon Musk advierte que las píldoras anticonceptivas están distorsionando las emociones y el comportamiento de las mujeres.
Fuente: LifeSite News 04/09/2025 0 comentarios
ESTADOS UNIDOS, 2 de septiembre, 2025. El multimillonario tecnológico Elon Musk destacó un nuevo estudio que vincula los anticonceptivos hormonales con cambios cerebrales, depresión, suicidio e incluso cambios de comportamiento a nivel mundial.
“El uso de anticonceptivos hormonales por parte de decenas de millones de mujeres podría tener efectos a nivel poblacional en el comportamiento, incluido el político”, afirmaba la publicación. Un nuevo estudio muestra que las mujeres que usan anticonceptivos hormonales presentan respuestas emocionales significativamente más fuertes que las mujeres que tienen ciclos menstruales naturales y, curiosamente, también recuerdan menos detalles de los eventos negativos.
A continuación, la publicación señalaba que un estudio realizado el año pasado demostró que los anticonceptivos hormonales reducen la corteza prefrontal ventromedial, una región del cerebro involucrada en el procesamiento del miedo y el control emocional.
El excéntrico magnate tecnológico ha destacado los graves efectos secundarios de los anticonceptivos hormonales en el pasado. El año pasado, afirmó que «los anticonceptivos hormonales engordan, duplican el riesgo de depresión y triplican el de suicidio».
Este es el claro consenso científico, pero muy poca gente parece saberlo, concluyó.
La píldora anticonceptiva se ha vinculado a problemas sociales y médicos como cáncer de mama, caída del cabello, mayor riesgo de diabetes gestacional, glaucoma y coágulos sanguíneos mortales, accidentes cerebrovasculares, endurecimiento de las arterias y cáncer de cuello uterino.
En 2005, una división de la Organización Mundial de la Salud declaró los anticonceptivos químicos como carcinógeno del Grupo 1, la clasificación más alta de carcinogenicidad, y solo se utiliza cuando existe evidencia suficiente de efectos cancerígenos en humanos.
Irónicamente, estos agentes químicos también se han vinculado con disfunción sexual en mujeres que los toman. En 2015, se descubrió que reducen o adelgazan dos regiones principales del cerebro femenino que controlan las emociones y la toma de decisiones, respectivamente, lo que aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad de Crohn. Además, cuando se consumen durante la pubertad, estas sustancias químicas también se relacionan con cambios estructurales en estas áreas del cerebro.
Un estudio de 2014 reveló que la píldora afectaba negativamente la atracción de las mujeres hacia los hombres, y un estudio de 2011 la relacionó con una disminución de la memoria femenina.
Un tipo específico de píldora hormonal, diseñada para tratar el acné y el crecimiento excesivo de vello en mujeres, que a menudo se ha usado fuera de indicación como anticonceptivo, estuvo implicada en la muerte de 27 mujeres en los Países Bajos en 2013.
Y en cuanto al medio ambiente, la entrada de anticonceptivos químicos en los sistemas hídricos también ha afectado negativamente a la fauna silvestre, mutando el género de algunas especies de peces y casi causando la extinción de otras.
Investigadores de la Universidad de Missouri descubrieron en 2005 que los niños expuestos a ciertas hormonas sintéticas presentes en la píldora tenían un mayor riesgo de cáncer de próstata y otros problemas del tracto urinario en etapas posteriores de la vida.
Además, estas sustancias químicas no solo impiden la fecundación de un óvulo por los espermatozoides, sino que también pueden provocar abortos en estos pequeños seres humanos tras la concepción, por lo que también se consideran fármacos abortivos.
Como se ha demostrado en muchos lugares, el uso de anticonceptivos en la cultura fomenta la demanda de abortos cuando estas prácticas no logran impedir el desarrollo natural de un bebé recién concebido.
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