Gobierno de EEUU pagó $2000 dólares por cada parte de bebés abortados

ESTADOS UNIDOS, 29 de abril de 2025. Por Micaiah Bilger. La administración Obama-Biden pagó $2,000 dólares por cada parte del cuerpo de un bebé abortado para investigación y $12,000  dólares por una caja de partes de bebés abortados.

Los contribuyentes estadounidenses se ven obligados a financiar experimentos científicos poco éticos con dedos, cuero cabelludo, hígado y otros órganos extraídos de bebés abortados.

A principios de este mes, Judicial Watch publicó nuevos detalles sobre la inquietante práctica de extraer partes del cuerpo de bebés abortados para investigación científica y cómo los contribuyentes estadounidenses se ven obligados a pagar por ello. La organización de vigilancia publicó casi 600 páginas de registros gubernamentales obtenidos mediante una solicitud amparada en la Ley de Libertad de Información (FOIA) en relación con estas prácticas poco éticas.

Un experimento financiado durante la administración Obama-Biden pagó aproximadamente $2,000 dólares por bebé abortado para crear "ratones humanizados", según The Federalist.

Los detalles del experimento se describieron en un intercambio de correos electrónicos fechado el 27 de septiembre de 2012 entre la Dra. Kristina Howard, funcionaria veterinaria de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EEUU, y Perrin Larton, gerente de adquisiciones de Advanced Bioscience Resources.

Advanced Bioscience Resources es un grupo de obtención de tejido humano que extrae partes del cuerpo de bebés abortados en colaboración con Planned Parenthood y otros centros de aborto.

En el correo electrónico, Howard solicitó a Larton "un conjunto de tejido (timo/hígado) aproximadamente dos veces al mes", para "envasado en fresco; enviado en hielo húmedo". Los bebés abortados debían tener entre 16 y 24 semanas de gestación, según el correo electrónico.

Cada parte de un bebé abortado costaba aproximadamente $2,000, "lo que sumaba $12,000 por caja de tejido promedio, incluyendo los gastos de envío y empaque", según The Federalist. Estos gastos fueron pagados por los contribuyentes estadounidenses a través de la FDA.

En el correo electrónico, Howard explicó que los investigadores planeaban utilizar los órganos de los bebés abortados para "probar la calidad y seguridad de los medicamentos biológicos". Para ello, los científicos crearían "ratones humanizados" implantando "tejidos de hígado y timo fetal en ratones con un sistema inmunitario gravemente comprometido", según el correo electrónico.

Este es solo uno de los muchos descubrimientos de Judicial Watch y otros sobre cómo se obliga a los contribuyentes a pagar por partes del cuerpo de bebés abortados para investigación.

La creciente indignación generada por la investigación del Centro para el Progreso Médico sobre Planned Parenthood y otros informes impulsó al gobierno del presidente Donald Trump a dejar de financiar estas compras poco éticas.

Sin embargo, a principios de este mes, el gobierno del presidente Joe Biden revirtió esas medidas y permitió que el dinero de los contribuyentes se utilizara nuevamente para la investigación con partes del cuerpo de bebés abortados.

Según los documentos obtenidos por Judicial Watch, el gobierno federal gastó decenas de miles de dólares de los contribuyentes para comprar partes del cuerpo de bebés abortados a Advanced Bioscience Resources. Los documentos incluyen correos electrónicos entre la FDA y Advanced Bioscience Resources entre 2012 y 2018, año en que la administración Trump suspendió la financiación.

El año pasado, Judicial Watch también publicó 165 páginas de registros de la FDA, a través de una Solicitud de Libertad de Información, sobre la compra de partes del cuerpo de bebés abortados. La organización de vigilancia ha estado investigando cómo se utilizan fondos públicos para financiar investigaciones poco éticas con partes del cuerpo de bebés abortados.

Hace varios años, David Daleiden y el Centro para el Progreso Médico también descubrieron evidencia de ventas potencialmente ilegales de partes del cuerpo humano por parte de Planned Parenthood. La investigación encubierta descubrió que los abortistas supuestamente ponían en riesgo la vida de las mujeres al alterar los procedimientos de aborto para obtener mejor las partes de los bebés abortados. Los investigadores también encontraron evidencia de posibles violaciones de la privacidad de las pacientes.