Luchando la batalla de la fe

por Universo Cristiano 16/05/2011 2 comentarios

Publicamos esta actualización que nos envía nuestro hermano Mike Richardson sobre la situación que vive la Ciudad de Mier y en general el norte del país. Mike es un misionero de origen estadunidense, radicado en México desde hace varios años, y que tiene un corazón entregado para la obra de Dios. Durante algunos meses, ha estado viajando a esta ciudad para compartir del Señor a las fuerzas armadas mexicanas que están luchando contra el crimen organizado. "Muchos soldados están muriendo para que yo tenga seguridad, y nadie se está ocupando de sus almas". Dios lo ha guardado de la violencia del hombre. Este fin de semana cruzó por esta ciudad con un propósito diferente: llevar a EEUU, con sus padres, a una joven que ayuda en el ministerio y fue detenido por cinco hombres armados y tuvo la oportunidad de hablarles del Señor. Oremos por su vida y la vida de su familia y démonos cuenta que la guerra contra el crimen, en el fondo es una guerra espiritual. Este es el relato:

Por Mike Richardson. En las últimas semanas el área de Mier y Miguel Alemán ha tenido mucha actividad, en cuanto a asesinatos, matanzas y secuestros. Esta tarde yo necesitaba hacer un viaje a la frontera para llevar a una jovencita a encontrarse con sus padres. Oré y pedí consejo a algunos amigos, quienes conocen estos lugares, para decidir la ruta a tomar.

Un amigo me escribió: "Ha habido mucha actividad aquí esta semana". Comenzó a contarme de dos balaceras, muchas muertes, secuestros de autobuses, arrestos de hombres armados, soldados confiscando drogas, coches y armas, balaceras en el río y más. "Ya que todas las rutas tienen sus propias dificultades", él agregó, "oraremos por tí".

Yo sentía que era lo natural, lo correcto, mientras daba vuelta para ir hacia Mier. Hay riesgos por todas partes, pero no hay lugar más seguro que estar en el centro de la voluntad de Dios. Llevando a una jovencita en nuestro vehículo, debo admitir que manejé más rápido de lo normal para poder llegar a la frontera antes de que oscureciera. Aproximadamente 28 km. al sur de Mier, fuimos detenidos y revisados por los militares. Tuve la oportunidad de hablar con ellos y darles algo de material escrito a unos 20 soldados. Todos excepto uno se veían de entre 18 y 22 años. Un poco más adelante había otro retén militar.

Después de pasar el retén, noté que no se veían coches. Entonces dije: "vamos a contar los coches que veamos". No hubo un solo vehículo hasta que llegamos a Mier. Cuando íbamos pasando por el centro les conté a mis pasajeros sobre algunos de los hechos recientes en la ciudad. Incluso disminuí la velocidad en un punto para explicar más. Mientras íbamos saliendo de Mier y me preparaba para retomar la carretera, un coche se me emparejó.

Había cinco hombres armados en el vehículo. Tres tenían armas tipo Uzi. Bajé mi ventanilla. Me preguntaron qué era lo que estaba haciendo en el lugar.

Después de todos estos meses (¿serán acaso ya años? no estoy seguro, ya me siento confundido en cuanto al tiempo), sé que las cosas van a pasar. Me siento preparado la mayor parte del tiempo, sin embargo parece que de cualquier forma me tomaron por sorpresa. Volteé a ver a mis pasajeros y dije... bueno, antes de decirles lo que dije, déjenme decirles que ahora se me ocurren cientos de comentarios espirituales que puede haber hecho en ese momento. Lo que dije fue:

"¡Oh no!", y eso fué todo, solo "¡Oh, no!"

Sabía que tenía que pensar con rapidez así que tomé un puñado de los 32 folletos que he publicado especialmente para la gente en esa zona y salí del coche para verlos cara a cara.

Rápidamente comencé a hablar con ellos del Señor y a ofrecerles el folleto. Después de que les dí un par, el conductor dijo "Nos tenemos que ir". Apenas si pude entregarles los folletos a los otros tres antes de que se fueran, dejándome de pie al lado del camino.

Mientras continuábamos hacia la frontera fuimos detenidos un par de veces más por la policía. En total les hablé a más de 30 personas de Cristo, personas de uno y otro lado del conflicto.

Seguramente algunos dirán que fué una mala decisión tomar esa ruta a causa de este incidente. Creo firmemente que no fué así. Creo que hoy fueron sembradas semillas que no pudieron haber sido plantadas de otra forma. El Evangelio fué llevado y alabo a Dios por haberme permitido ser una pequeña parte de ese proceso.

El hombre planea sus caminos, pero el Señor dirije sus pasos.

En la mañana estaré saliendo de regreso hacia Mier. Es mi esperanza que pueda hablar de nuevo con el presidente. Otras personas y yo hemos estado plantando y regando semillas en su vida durante muchos meses ¿será que el tiempo de la cosecha está cerca? Por favor oren por mi viaje de regreso a Mier mañana.


2 comentarios hasta ahora

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  1. LOSDOSTESTIGOS
    LOSDOSTESTIGOSAutor 18/05/2011

    GRACIAS SEÑOR POR LA VIDA DE TU SIERVO SIGUELO BENDICIENDO Y GUARDANDO DE TODO MAL BENDICE PADRE A LAS PERSONAS CON LAS QUE EL TENGA CONTACTO TOCA SUS CORAZONES PARA QUE PUEDAN VENIR A LOS PIES DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO AMEN

  2. Hector Herrera
    Hector HerreraAutor 17/05/2011

    ¡Gloria a Dios! por su vida hermano Richardson, estaré orando por su viaje y ministerio. Nuestro Dios lo bendiga abundantemente.

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