¿Qué es un joven en victoria?

Por Zabdiel Torres. Un joven en victoria es un muchacho o una muchacha que ha conquistado los malos hábitos (no que los mantenga bajo control, sino que ha vencido sobre ellos, es decir, esos malos hábitos han sido derrotados y están ahora debajo de sus pies). No mantiene los malos hábitos "bajo el corcho", haciendo presión, sino bajo la Sangre de Cristo. No tiene a su carne en sujeción, sino que la paz ha venido a su espíritu de tal modo que su carne se ha quedado sin chamba.

Un joven en victoria está en libertad. Pero es libre para hacer lo correcto, es decir, para seguir la voluntad de Dios expresada en su Palabra. No está "conectado a la Matrix", ni vive enajenado o atado a las pasiones, intereses y modelos de este mundo. Ha comprendido que la libertad no es hacer lo que uno quiere o lo que parece divertido (ese es el engaño del diablo desde Adán y Eva), sino guardar y seguir los mandamientos de Dios y gozar de sus beneficios (ver Sal. 119:45 RVR60).

Un joven en victoria es una flecha que se dirige veloz hacia al blanco, al destino y propósito que Dios --el valiente Arquero-- le ha dado (ver Sal. 27:3-4). Es un joven seguro de sí mismo, definido, con una dirección clara y precisa, capaz de defender y hasta morir por una causa justa (ver Num. 1:3). Sabe que muchas veces irá contracorriente, pero es suficientemente agudo para ir cortando el aire y llegar a la meta.

Un joven en victoria no es alguien difuso que no sabe qué quiere hacer en la vida, que cambia de opinión constantemente, que no sabe bien si es hombre o niño, o mujer o niña... No es alguien borroso, sin identidad propia y que "está buscando un lugar" en este mundo. Él ya sabe de dónde viene y a dónde va, y pone toda su fuerza, tiempo y energía en cumplir la misión que le ha sido encomendada desde los cielos.

Por tanto, un joven en victoria es feliz y lleno de virtud. No es taciturno, patidifuso, alicaído, triste, melancólico ni “blue“. La virtud es la potencia que Dios nos da cuando caminamos en intimidad con Él y que irradia a nuestro alrededor y afecta positivamente a las personas --¡y hasta las cosas!-- con las que tenemos contacto. La virtud es la influencia poderosa del Espíritu Santo que irradia,  toca y transforma la vida de otros (ver Lc. 8:43-46; Mr. 6:56;  Mt. 26:13;  Hch. 19:12). En pocas palabras, el joven en victoria tiene un poderoso "mensaje de vida".