Un sueño imposible se hace realidad

por Universo Cristiano 06/06/2011 5 comentarios

Por Mike Richardson, Fue a principios de noviembre de 2010 cuando el Señor comenzó a poner sobre mí una carga especial por Ciudad Mier. Desde entonces he realizado muchos viajes a la ciudad y también he pasado por ahí. Durante estos viajes he conocido a muchos creyentes, funcionarios públicos, personal militar y otros. Durante mi primera visita a la ciudad, comencé a idear un plan para llevar a cabo una reunión evangelística para toda la ciudad. Escribí y publiqué un folleto acerca de cómo superar la amargura y de cómo ser salvo para los soldados y gente que vive en esa área. A pesar de mi entusiasmo inicial había obstáculos a cada paso. Parecía que cualquier actividad que no fuera evangelismo persona-a-persona simplemente no era una opción.

Las razones eran muchas. “La gente no va a asistir a una reunión grande abierta a todo el público. Es demasiado peligroso. Ni siquiera les abren la puerta a personas desconocidas. Es muy arriesgado llevar a un grupo de cristianos a esa región. Los tiempos son muy inciertos. Todos tienen miedo.”

Finalmente decidí que la única opción que tenía era posponer la campaña evangelística y seguir enfocándome en el personal militar, los funcionarios públicos y demás personas que iba conociendo sobre la marcha. Durante los últimos cinco meses he podido hablar con muchas personas acerca del Señor, pero ha habido pocas oportunidades para alcanzar a las masas.

La verdad es que a lo largo de los casi dieciocho años que hemos vivido en México nuestro ministerio siempre ha estado enfocado principalmente en los individuos y en las familias; no en las masas. Esta idea, este plan, para Cd. Mier era una manera distinta de pensar para mí.

Este año Isaac y yo plantamos una parcela grande de maíz.  Mientras plantábamos, no estaba pensando en los cientos, tal vez miles, de mazorcas que podíamos cosechar. En lo que pensaba era en el maravilloso sabor que tiene una sola mazorca de maíz dulce.

De igual manera, nuestro “estilo” de ministerio siempre ha sido de tocar individuos o familias para Cristo. Es cierto que a través de los años el Señor nos ha permitido alcanzar a más que unos pocos; especialmente con el ministerio de El Hogar Educador. Pero es importante comprender que aun en ese aspecto de nuestro ministerio, el factor motivador siempre ha sido alcanzar a padres individuales y a sus familias.  Si muchos son alcanzados eso es simplemente el resultado de sumar los individuos por que ellos son el enfoque.

De manera que pensar en cómo alcanzar individuos en Mier era muy cómodo y natural para mí. Sin embargo, muy dentro de mí, estaba ese sentimiento de que teníamos que hacer más. Era como la parcela de maíz. Yo pensaba en esa única mazorca de maíz dulce; sin embargo, habíamos plantado miles de semillas. En una manera muy similar, yo sentía que necesitábamos sembrar muchas semillas en Mier sin perder de vista a esa única alma preciosa que pudiera venir a conocer al Señor.

Hasta hace dos semanas cada vez que hablaba con el alcalde Alberto González Peña acerca de las necesidades de Ciudad Mier, me pedía que orara por él y por la ciudad. Nunca mencionó ninguna otra necesidad física. Hace dieciséis días cuando me dijo, “Si tú y los hermanos pudieran ayudar con esta necesidad les quedaré muy agradecidos”, escribí, “Le he estado pidiendo al Señor una puerta abierta en esta ciudad y creo que el Señor acaba de abrir las puertas de par en par y Él utilizó tres palabras sencillas: ¿Cómo puedo ayudar?”

En retrospectiva, especialmente en lo referente a los eventos de los últimos dos días, ¡pienso que realmente minimicé y subestimé lo que el Señor estaba comenzando a hacer en Ciudad Mier!  Ayer me reuní con Alberto, su esposa, y cinco de sus colaboradores durante varias horas. Ahora tengo una panorámica más clara de algunas de las luchas, privaciones y dificultades en esa área.

   * Anteriormente el alcalde me había preguntado si los hermanos podrían ayudar a proporcionar algo de alimento para cien familias. Debido a los problemas en el área, la cantidad de empleos disponibles ha decrecido significativamente y los colaboradores del alcalde están tratando de suministrar alimentos para cerca de 500 familias.

    * Dentro de esta cifra hay alrededor de 50 ancianos y personas discapacitadas que no cuentan con otras personas que les puedan ayudar de manera práctica en la localidad.  El equipo del alcalde ha organizado un programa de “alimentos sobre ruedas” y les están proporcionando alimentos calientes en forma diaria.

    * No son cinco, ni seis, sino muchas (no tengo todavía la cifra exacta) las personas que requieren de atención médica y no la tienen.

Estamos planeando suministrar un mínimo de cinco sillas de ruedas, andaderas, y alimentos para satisfacer las necesidades de 100 familias por semana. Una vez que me di cuenta que la necesidad era mucho mayor de lo que me había imaginado, oré en silencio y le pregunté a Dios de qué manera quería que nos involucráramos.  Cuando comencé a decirle a Don Alberto que intentaríamos proveer despensas de alimentos básicos para 500 familias para la semana entrante, debo admitir que me estaba comprometiendo a estirar nuestros recursos disponibles a un punto que no entendía plenamente. Me comprometí a hacer todo lo posible por suministrar 900 kilos de maíz enlatado, 900 kilos de vegetales enlatados, 450 kilos de frijol, 450 kilos de arroz, 500 kilos de harina de maíz, 500 kilos de harina de trigo, 250 kilos de pastas, 2000 latas de atún, y 500 litros de aceite vegetal. Todo esto era adicional a las sillas de ruedas y a las andaderas. Aunque ya habíamos comprado parte de esto con anterioridad a la reunión, ¡ni siquiera sabía el valor actual de muchos de estos productos!

Después de comentarlo un tiempo, decidimos que la mejor manera de asegurarnos que esos recursos fueran entregados en manos de las personas que más los necesitaban, era permitir que el alcalde y sus colaboradores los empaquetaran y los distribuyeran a la gente. Le expliqué que estábamos ayudando porque había una necesidad apremiante pero que la necesidad de la gente era más profunda que la boca de su estómago. De nuevo le dije, que la verdadera paz únicamente venía de una relación personal con Jesucristo. Le dije que quería colocar una copia del folleto que había escrito acerca de cómo superar la amargura y de cómo ser salvo en las manos de todos los adultos, así como también un libro de historias de la Biblia ilustrado, el Bien y el Mal, ¡en todos los hogares! El alcalde me dijo, “Haré que mis colaboradores empaquen el libro del Bien y el Mal, el folleto y demás literatura en las bolsas junto con la comida, de esta manera nos aseguraremos que cada familia los recibirá.

Se me había dicho que no se podía hacer. Se me había dicho que ahora no era el tiempo para plantar en masa la buena semilla del evangelio. De hecho, lo había creído. Me había quedado con un sueño imposible—sólo un sueño.

Sin embargo, ¡Dios hizo que ese sueño imposible fuera una realidad!

Estado actual: Por medio de la generosidad de muchas personas ya hemos conseguido y trasladado a la frontera, 950 kilos de maíz en lata, 1100 kilos vegetales enlatados, 180 kilos de frijol, 1600 kilos de arroz, así como también, mucho

papel higiénico. Todos los gastos de transportación de estos artículos fueron donados o pagados por medio de ofrendas especiales. No hay gastos pendientes de pago relacionados con hacer llegar estos productos a las manos de la gente. Se encuentran almacenados en la frontera y los internaremos al país el próximo martes.

Además de estos artículos alimenticios, tenemos siete sillas de ruedas, ocho andaderas, y cinco bastones. Algunos han sido embarcados a la frontera y están esperando ser recogidos junto con los alimentos. Otros se han comprado en México y serán llevados el lunes. ¡El cien por ciento de los gastos de adquirir y transportar estos artículos ha sido cubierto!

El costo de los folletos acerca de superar la amargura y de cómo ser salvo también ya ha sido pagado. Hoy estamos buscando el lugar en dónde comprar de manera más económica 500 kilos de harina de maíz, 500 kilos de harina de trigo, 400 kilos de pastas, 1000 latas de atún, y 250 litros de aceite vegetal. Aunque no tengo todavía las cifras totales, me parece que el costo global por comprar y embarcar los artículos será de alrededor de $2,300.00 dólares.

Actualmente tenemos un fondo de $780.00 dólares que fue ofrendado para ayudar en la compra de estos artículos.

Hice un pedido por 520 copias del libro El Bien y el Mal. El precio de venta al público es de $14.95 dólares. Dios puso en el corazón de los hermanos de No Greater Joy ayudar en este proyecto en una forma significativa. Nos han permitido adquirir estos libros a $2.00 dólares cada uno más gastos de envío. El costo total de estos libros será de $1,444.25 dólares.

En el transcurso de la próxima semana todas las sillas de ruedas, andadores, bastones y cerca de 6800 kilos de artículos alimenticios, los libros del Bien y el Mal, los folletos  y tratados estarán en las manos de las personas que los necesitan. La semilla está siendo plantada porque creyentes en México, los Estados Unidos y Argentina se han puesto a nuestro lado para ayudar con este sueño imposible. No obstante, sin duda alguna, ¡es Dios mismo quien ha orquestado los eventos de tal manera que este sueño imposible se está volviendo una realidad!

No tengo idea de lo que Dios tenga en mente para Ciudad Mier, el alcalde Alberto González Peña, los soldados, y nosotros después de este gran impulso. Pero estoy esperando con expectación el siguiente capítulo que ha de ser escrito —tal vez en las tablas del corazón y vidas de muchos.


5 comentarios hasta ahora

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  1. Rodrigo Gaytan
    Rodrigo GaytanAutor 14/06/2011

    no tenia idea de que algo asi se estuviera llevando a cabo en esa ciudad... Dios Bendiga sus vidas grandemente y fortalezca el deseo por alcanzar las almas...

  2. NORMA
    NORMAAutor 12/06/2011

    Dios bendiga a su siervo y a todos los que colaboran con él, es un ejemplo, como José hijo de Jacob, de cumplir con el llamado a servir y vivir vidas altamente productivas y principalmente seguir el ejemplo de Jesús, quien dijo: "no vine para ser servido, sino para servir" (Mt. 20:28). Dios les siga bendiciendo y oramos para que se sigan abriendo puertas. AMÉN!!!!!

  3. Juan Gerardo Velasco G.
    Juan Gerardo Velasco G.Autor 08/06/2011

    Dios bendiga esta gran visión de alcanzar por medio de la obra social a los habitantes de Cd. Mier, nuestras oraciones a favor de esta ciudad será de aquí en adelante. cada día que paso por cd. Mier de verdad que se respiara la soledad y abandono por no ver gente transitar por las calles, negocios cerrados. que Dios bendiga a Cd. Mier,

  4. javier ranirez
    javier ranirezAutor 08/06/2011

    q bendicion q Dios sta abriendo puertas, sigan adelante si El les llamo, El les dara las estrategias y provisiones; solo diganme de que pais estamos hablando? ya q solo emncionan la ciudad; bendiciones

  5. Rafael Manzano
    Rafael ManzanoAutor 07/06/2011

    Gracias a Dios hermanos por sus vidas en ustedes se hacen realidad las palabras de la Escritura que nombra "hermosos son los pies de los que anuncian la paz" que mi Dios los siga guiando y sigan siendo un ejemplo a nivel nacional de que cuando dejamos que el Señor guie nuestros pasos, no hay obstaculo alguno que nos pueda detener estaremos orando por ustedes y todos los hermanos y autoridades de esa ciudad Dios les Bendice.

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