Victoria para las familias holandesas que educan en casa

PAÍSES BAJOS, 24 de julio de 2025. A principios de este año, la Asociación de Defensa Legal de la Educación en Casa (HSLDA) destacó la historia de la familia Hinrich, que luchó durante más de un año por el derecho a educar a sus hijos en casa en los Países Bajos.

La educación en casa en los Países Bajos es muy restringida y, por lo general, no está permitida, ya que la ley neerlandesa exige la asistencia a la escuela para los niños de 5 a 18 años. Los padres que deseen educar a sus hijos en casa deben notificarlo a las autoridades educativas locales y podrían tener que presentar pruebas que respalden su caso.

Pero justo este mes, la fiscalía declaró públicamente que los padres que se nieguen a enviar a sus hijos a la escuela obligatoria, basándose en una objeción religiosa calificada, ya no serán procesados.

Al igual que los Hinrich, más de 2,100 niños quedaron exentos de la asistencia obligatoria en 2024 en los Países Bajos debido a las objeciones de sus padres de que ninguna escuela en su zona reflejaba sus convicciones religiosas. Esta es una de las razones legales para educar en casa en el país.

Sin embargo, los padres fueron procesados penalmente por absentismo escolar y se vieron, al igual que los Hinrich, envueltos en una batalla judicial para defender su derecho natural a criar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones religiosas.

Afortunadamente, esta decisión cambia esta situación. El Fiscal General informó que en 2024 se presentaron 160 causas penales contra padres. Estos procesos se produjeron a pesar del Artículo 18 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que exige a los Estados, incluidos los Países Bajos, respetar “la libertad de los padres… de garantizar la educación religiosa y moral de sus hijos conforme a sus propias convicciones”.

Por favor, oren para que las autoridades de los Países Bajos dejen de acosar definitivamente a quienes educan en casa.Deuteronomio 6:4-7 subraya el papel que deben desempeñar los padres en la educación de sus hijos.

“Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Estos mandamientos que yo te ordeno hoy estarán sobre tu corazón. Instrúyelos en tus hijos. Habla de ellos cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes”.